ACTITUD MENTAL POSITIVA

Cuenta una historia que, en la época de la fiebre del oro en Estados Unidos, un hombre acudió a la región de colorado en busca de mejores oportunidades. Compró una mina, empezó a cavar rudimentariamente, al cabo de unos días extrajo oro. Con la evidencia en sus manos fue hasta su familia a pedir ayuda económica para comprar maquinaria con el fin de mejorar la extracción del mineral.

Pasaron días, semanas, meses y un año, hasta que el hombre cansado de cavar, renunció a su oportunidad de hallar oro. Vendió las herramientas por chatarra y la propiedad a un vecino y regresó vencido a casa. El hombre que compró la mina, contrato los servicios de un experto en minerales, que al cabo de unos días entregó su diagnóstico: “la verdadera veta estaba a un metro de donde el primer propietario había dejado de cavar”.

La historia fue real en Estados Unidos, el hombre enterado que  la oportunidad de ser millonario estuvo a un metro de distancia, se convirtió en uno de los mejores vendedores de Norteamérica y su historia le sirvió de inspiración.

Algunos autores definen la actitud como la disposición estable y continua de una persona para actuar de una manera determinada. La mejor manera de observar la actitud de alguien es a través de su comportamiento, y esto se relaciona mucho con su pasado.

Según el diccionario de la real academia española, actitud se define como postura corporal que manifiesta el estado de ánimo.  Una actitud mental negativa hace que alguien se desanime permanentemente, mientras que una actitud mental positiva, hace de usted una persona optimista, dispuesta, animada y presta a dar lo mejor de sí.

Las actitudes son positivas y negativas, las primeras hacen referencia a los valores, virtudes y principios, y las segundas a los antivalores, vicios y limitaciones, que generalmente son mentales. Esto permite también que una persona pueda aprovechar las oportunidades que se le presenten en la vida, alguien negativo, se negará el derecho a mejorar sus condiciones y siempre manifestará su inconformismo interno a nivel exterior, criticando y sosteniendo conflictos con quienes le rodean.

Generalmente una persona negativa ve obstáculos y problemas en toda tarea que ejecuta, mientras que una optimista ve oportunidades. Personas con actitud mental positiva, toman sus crisis personales para cambiar. Ellas entienden que la palabra crisis denota oportunidad o amenaza, y por eso toman la primera opción para asumir retos y establecer un nuevo orden en su vida.

Actitud mental positiva también se relaciona con asertividad. Existen tres estilos de comunicación. Los agresivos, pasivos y asertivos. Los primeros, son personas escandalosas, amenazantes, criticonas, conflictivas y acusadoras. Las pasivas, son aquellas incapaces de decir “no”, su voz es baja, su tono suave y son incapaces de mantener contacto visual. Por su parte las asertivas son aquellas de palabras claras y directas que expresan sus opiniones sin ofender ni causar molestias, son solucionadoras, pausadas, tranquilas, miran a los ojos y escuchan a sus interlocutores sin interrumpirlos.

La actitud positiva también le permite a alguien definir claramente sus metas y convertirse en aquello en lo que estableció ser.  En últimas, si alguien no tiene metas, pues no sabe a dónde va. Esto lo hace una persona que es parte del problema y no de la solución. Si no tienes metas, ten en cuenta que tendrás que trabajar para otra persona que si las tenga, y si no tomas decisiones, otros las tomarán por ti. Ten siempre presente: “te convertirás en lo que piensas que eres”.

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