LA TIMIDEZ. OBSTÁCULO DE OPORTUNIDADES

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Al referirse a la timidez, el doctor Phillip G Zimbardo, profesor de psicología de la Universidad de Stanford, produjo una teoría a la que denominó “la prisión de la timidez”. Al respecto,el catedrático afirma que en el interior de nuestra mente existen dos personajes que ejercen influencia sobre la conducta. Uno lo llama “el guardia” y el otro “el prisionero”.

Al referirse al primero, lo observa como aquel que limita la libertad de otra persona y el segundo, quien recibe las órdenes del carcelero. En el caso de los tímidos, podrían ser, los padres, familiares u otros que hayan hecho las veces de educadores, y que en algún momento de la vida  fueron fuertes en el trato.

Afirma el doctor Zimbardo que en los temerosos, están interiorizados estos dos personajes. La diferencia con el guarda, en una cárcel de verdad, es que las limitaciones son impuestas desde el exterior, y en los retraídos, estas restricciones son autoimpuestas.

Para ganarle  la batalla a este estado interno, he aquí algunas recomendaciones que te podrán servir y hacer de ti una persona empoderada y hábil en el arte de la comunicación interpersonal.

Para empezar debes tener en cuenta que los seres humanos emitimos tres tipos de señales al comunicarnos. Estas son, Las palabras, los tonos y el lenguaje del cuerpo. En los tímidos, estos mensajes son pasivos, lo que genera que haya ruido en la comunicación, y en consecuencia los mensajes sean incompletos o inexactos.

Para empezar, práctica con las personas allegadas, de mayor confianza a ti.  Lanza preguntas, observa su lenguaje corporal, sonríe, trata de sostener una conversación, y algo importante, intenta llenar vacíos. Estos estados denominados “vacíos” se generan cuando no se sabe que tema introducir en el desarrollo de una charla. A veces, la gente suele quedarse muda y esperar a que sea la otra persona la que llene estos momentos. Pon a prueba tu capacidad de diálogo, ten presente que la timidez, es un miedo oculto en el interior de uno mismo, la mejor manera para vencer este temor, es lanzándose al ruedo y hacer lo contrario de lo que nos dice esas vocecitas internas.

Trabaja con firmeza y decisión en esas formas de romper el hielo cuando te introduces en una nueva conversación con un desconocido, intenta con alguna pregunta o un comentario sobre un tema en especial que sea de común acuerdo a las partes. Y, también algo importante en estos momentos, trata siempre de lanzar un elogio a la otra persona, puede ser sobre su ropa, algún objeto en particular, algo que genere conexión y que guste.

Una de las conjeturas más comunes entre las personas con timidez, suele ser la falta de confianza en sí mismas para sostener un tema, lo que debes hacer es prepararte bien, conocer más acerca de temas que la gente considere importantes, a excepción de aquellos de poca importancia en los que se malgasta el tiempo hablando mal de los demás. Confía en ti y lánzate al ruedo, la única forma de aprender a sostener conversaciones y hacer parte de ellas, es atreviéndose. La mejor escuela para aprender, es el error y luego la repetición.

Finalmente, aprender a desarrollar la asertividad, otra de las preocupaciones delos  tímidos, suele ser el prestar demasiada atención a lo que los demás piensan de ellos. Aleja estos temores de ti, lo que piensan los demás debe dejar de interesarte, ocúpate de lo que piensas de ti mismo. Tú eres la persona más valiosa de este mundo, y esa persona se merece lo mejor.

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