Dios creó al ser humano para ser sano y feliz. En el cerebro colocó la capacidad de producir una hormona altamente poderosa que es capaz de curar cualquier enfermedad por complicada que sea.
Esta hormona se llama endorfina. Estudios han demostrado que es 120 veces más poderosa que la morfina, que se obtiene de la amapola y se utiliza en procedimientos quirúrgicos como anestesia. Sin embargo, para que el cerebro la produzca se requiere de cinco características que exigen constancia y disciplina.
La primera condición es, ESPERAR LO MEJOR, esto es ponerse en estado mental de fe. Creer en la persona más importante, usted mismo. Cuando usted cree en sí mismo, la química de su cuerpo empieza a cambiar, el sistema inmunológico se activa, haciendo que el cuerpo produzca las defensas necesarias para regenerarse.
La segunda condición es, ENERGÍA. Todos los días al levantarse haga por lo menos 5 minutos de ejercicio, camine, hágase una ducha mental, dígase a sí mismo frases agradables, palabras de entusiasmo que le obliguen a mantenerse activo y dispuesto a enfrentar cualquier situación con ánimo, sin importar la dificultad.
Lo tercero es, EVOLUCIÓN. Las personas evolucionamos o involucionamos. Es decir, mejoramos, nos paralizamos o retrocedemos. Evolucionar exige aprender algo nuevo. Dispóngase a aprender un 1% cada día, y así al llegar al año, habrá aprendido un 365%.
El cerebro sufre de bulimia, tiene que estar comiendo a todo momento. ¿Qué alimento consume? INFORMACIÓN. Cuando usted no le proporciona la que él requiere, automáticamente la emite de las existencias que hallan en su interior. A esto se debe que muchas personas se depriman o entristezcan. Les falta información para enfrentar eso que consideran un problema.
La cuarta condición es, EMOTIVIDAD. Los humanos somos emotivos por naturaleza, constantemente trasmitimos y recibimos emociones. Algunas son desagradables y otras agradables. Procure cada día sonreír a toda persona que encuentre en su camino, notará como le responden igual.
Cuando usted sonríe, se activan 15 músculos del rostro, mientras cuando se disgusta se requiere poner a funcionar 25 músculos. Hay más esfuerzo en enojarse que en sonreír. Hay personas que, al levantarse, se programan para el resto del día. Algunas no saludan, “gruñen” y esto hace que su cuerpo se llene de toxinas, que generalmente producen enfermedades.
Por eso, los médicos hablan que más del 80% de las enfermedades son psicosomáticas. Es decir, son generadas por nuestros estados de ánimo. Llevan mucha carga emocional negativa. Analice cuando ha visto a un enfermo feliz o a una persona feliz enferma.
Finalmente, para la endorfina es indispensable la ESPIRITUALIDAD. Esto no es religión para que comprenda mejor. Hay personas muy religiosas que nada tienen de espirituales y hay personas muy espirituales que no son nada religiosas. Es la relación con tú creador o esas energías superiores en las que crees.
Para ver las endorfinas en plena actividad. Mire a un bebé, juegue con él, al rato notará que empieza a babear, esta es una saliva dulce que incluso sabe agradable. Esta en realidad, es la endorfina.
El secreto está en la saliva. Cuando la garganta está seca, el cuerpo está produciendo adrenalina en cantidades anormales, pero cuando saliva, está segregando endorfinas.
Para probarlo mejor y si usted tiene la fortuna de tener una pareja de la cual está enamorado(a), bese a su pareja con amor, acaríciela y notará que al rato empieza a salivar. Esta saliva dulce y perfumada, es la maravillosa endorfina.
El día que los seres humanos descubramos y disciplinemos el cuerpo para activar este maravilloso laboratorio. Dios y la naturaleza sonreirán de felicidad.
Así que, si usted hoy padece una enfermedad que visto desde la lógica es imposible de curar, comprenda que en su interior está el remedio para sanarse definitivamente. Para hacerlo, empiece cambiando su forma de pensar, pues de su estilo de pensamiento depende su vida.