Dos amigos entrañables compartían casi todos los instantes de distracción, donde iba uno el amigo lo acompañaba, eran compinches, inseparables. Si alguien los reconocía en la calle, en sus jugueteos interminables no sabría distinguir si eran amigos o hermanos.
Un día patinaban sobre una laguna congelada. Era una tarde nublada y fría, pero los niños jugaban sin preocupación. De pronto, el hielo se reventó y uno de ellos cayó al agua. El otro niño viendo que su amiguito se ahogaba debajo del hielo, tomó una piedra y empezó a golpear con todas sus fuerzas hasta que logró quebrarlo y así salvar a su amigo.
Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, no podían entender lo que veían. Se preguntaron: – ¿Cómo lo hizo? El hielo era muy grueso. Es imposible que lo haya podido quebrar con esa piedra y sus manos tan pequeñas. En ese instante apareció un anciano y dijo: – ¡Yo sé cómo lo hizo! – ¿Cómo…? Le preguntaron al anciano, y él contestó: – No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo.
El peor enemigo del ser humano está dentro de él mismo, no afuera como sostienen algunas personas, que aferradas a sus principios religiosos se atreven a justificar sus fracasos amparándose en creaciones imaginarias como el demonio, brujas y hasta personas de carne y hueso.
La clave para tomar el control de la vida está en las emociones. Napoleón Hill, habla de siete emociones negativas que juntas en el corazón humano destruyen cualquier vida humana. Estas, según el autor son: El Temor, los celos, el odio, la venganza, la avaricia, la superstición y la cólera.
Generalmente estas emociones son heredadas por padres, familiares y personas cercanas a la familia. La mente humana se fracciona en mentes consciente e inconsciente, la primera de ellas tiene una capacidad del 5% de la memoria, mientras que la otra, la inconsciente tiene un 95%, esto representa la parte más importante, puesto que es ella la encargada de registrar toda la historia de la persona desde su primer momento de vida, incluso desde el vientre materno.
Se llega a esta mente a través de los sentidos encargados de transmitir los estímulos externos, que son almacenados allí, con su respectiva carga emocional. De tal manera que si alguien recibió de sus padres u otras personas información con estas emociones negativas mencionadas anteriormente, eso es lo que esa persona reproducirá en su vida, pues damos de lo que tenemos.
Pero, también existen siete grandes emociones positivas, que aplicarlas en su conducta exigen disciplina y práctica constante para ponerlas en funcionamiento. Estas son: El Deseo, que se refiere a sus planes personales, la Fe, El Amor, El Sexo, El Entusiasmo, el Romanticismo y la Esperanza.
Póngalas en práctica, y verá resultados satisfactorios en su vida. Aplicará la estrategia de “ganar – ganar”, que le permitirá atraer a su vida las personas adecuadas que le ayudarán a que sus metas se cumplan.
Es necesario aclarar que la mente humana no fue diseñada para albergar dos emociones contrarias al mismo tiempo, es decir, no podemos sentir odio y amor al mismo tiempo. Se manifiesta la que mayor fuerza tenga en usted.
Adicionalmente, estas emociones negativas generan fantasmas, miedos que se albergan en su mente y lo conducen a una vida desagradable y sin sentido. Hablamos de seis grandes miedos. A la pobreza, a la crítica, a las enfermedades, a la pérdida del amor, a la vejez y a la muerte.
Los miedos son estados mentales, que por regla general también nos han sido regalados por alguien y que generan impulsos de pensamientos. Estos pensamientos creados por usted y que se convierten en su equivalente físico, pueden determinar su destino financiero, profesional, social y su relación de pareja.
Usted ha sido dotado con el poder de tener control sobre una sola cosa en la vida: sus pensamientos, cuida de ellos como si fueran flores en un jardín, para que obtengas de la vida todo aquello que se desea tener.