MOTÍVATE: APRENDE A VIVIR

Cierto día a Dios se le ocurrió abrir una oficina en Bucaramanga para resolver problemas directamente. Le correspondió el turno a un señor de 42 años de edad, un ángel le atendió y de inmediato procedió a tomar su pedido.

El hombre le dijo: bueno la relación con mi esposa no anda muy bien, con mis hijos igualmente, en mi empresa los negocios no van bien, mi salud está algo delicada y mi economía necesita un empujón. El Ángel llevó el pedido y al cabo de un rato regresó con un sobre en la mano. El hombre le increpó: ¿No entiendo, qué es esto? ¿Qué no entiende señor?, dijo el Querubín. Pues bueno, yo creí que como se trata de Dios todos mis problemas serían resueltos de una vez, como si fuera magia. El ángel respondió: ¡Señor en esta tienda se dan semillas no frutos, si quiere esa vida que está pidiendo hágala usted mismo!

La vida en esencia es un continuo aprendizaje, un camino lleno de retos que nos conducen a donde queremos llegar, pero si en ese transitar no existen motivaciones, el recorrido se volverá tortuoso y fatigable. Motivación viene del verbo latino “motivare” que significa llevar a la acción, es decir la mejor manera de mantenerte motivado es actuando. Para lograr esto, es necesario tener un plan de vida, metas a las cuales se quiere llegar que te obliguen a levantarte temprano de la cama con entusiasmo para conseguirlas y de esta manera romper la rutina.

Existen algunas reglas para mantenerse motivado. La primera es iniciar bien el día, levántate dando gracias por el día, por la salud, por lo que eres, por la oportunidad que tienes hoy. Luego lávate con agua fría, y frente al espejo empieza a decir frases agradables a ti mismo(a), establece esto como hábito, recuerda que un hábito es la repetición constante de actos, aprende a hablar en positivo y serás así siempre.

La segunda regla es, elije siempre estar en buen estado de ánimo. Ten en cuenta que el amor y otras emociones más no son acumulables, todos los días nos comunicamos a través de nuestras emociones, si envías una sonrisa, regresará esa misma sonrisa, pero si es un gesto desagradable, eso mismo recibirás. Di al comenzar el día: ¡Me siento sano, me siento feliz, me siento maravilloso!, repítelo y verás el efecto que produce.

Seguidamente, estimula tus sentidos. Presta mucha atención a lo que oyes, ves, comes, palpas y hablas. Estudios recientes han demostrado que somos el resultado de las 10 personas más influyentes a nuestro alrededor. ¿Con quién te rodeas? Tú eliges quien quieres ser. Recuerda ¡Pájaros de un mismo plumaje vuelan juntos!

También, aprende a ser agradecido. Establece como hábito dar gracias a cinco personas por día por favores que te hagan y ve multiplicando cada vez más hasta que sea parte de ti. La gratitud es la base de la fe. Una persona agradecida crea amigos, lo contrario una desagradecida acumula enemigos.

¡Viive el presente ¡Sólo importa el presente, el pasado murió hace un instante, aprende a vivir! Escucha siempre a tú corazón. Quienes sufren  o viven afligidos es porque guardan algún resentimiento del pasado, no han dejado ir el ayer. Vive con intensidad como si hoy fuera tú último día, y lo más importante vive sin juzgar a nadie, ni censurar a otros por cosas que hicieron o dejaron de hacer. Preocúpate por ti, por la persona más importante de la creación.

¡Aprende a premiarte ¡Felicítate cada vez que hagas algo agradable o que sea importante para ti! Pregúntate todos los días ¿Qué hice bueno hoy? Cuando te respondas, alégrate y date un abrazo a ti mismo(a) por eso que te hizo sentir bien. Evoluciona. Al empezar el día, pregúntate: ¿en qué puedo ser mejor hoy?, esto es para evitar caer en la mediocridad y el conformismo.

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