Era un venerable maestro. En sus ojos había un reconfortante destello de paz permanente. Sólo tenía un discípulo, al que impartía la enseñanza mística. El maestro se dirigió al discípulo y le ordenó: –Querido discípulo, acércate al cementerio y, una vez allí, con toda la fuerza de tus pulmones, comienza a gritar toda clase de halagos a los muertos. El discípulo caminó hasta un cementerio cercano. El silencio era sobrecogedor. Quebró la apacible atmósfera del lugar gritando toda clase de elogios a los muertos. Después regresó junto a su maestro. –¿Qué te respondieron los muertos? -preguntó el maestro. –Nada dijeron. –En ese caso, mi muy querido amigo, vuelve al cementerio y lanza toda suerte de insultos a los muertos.
El discípulo regresó hasta el silente cementerio. A pleno pulmón, comenzó a soltar toda clase de improperios contra los muertos. Después de unos minutos, volvió junto al maestro, que le preguntó al instante: –¿Qué te han respondido los muertos? –De nuevo nada dijeron -repuso el discípulo. Y el maestro concluyó:
Así debes ser tú: indiferente, como un muerto, a los halagos y a los insultos de los otros.
*El Maestro dice: Quien hoy te halaga, mañana te puede insultar y quien hoy te insulta, mañana te puede halagar. No seas como una hoja a merced del viento de los halagos e insultos. Permanece en ti mismo más allá de unos y de otros.
Cuando de alcanzar el éxito se trata, hay que tener cuidado con quienes comparte sus sueños, pues la vida está llena de personas especializadas en tratar de opacar a otras con sus comentarios desagradables. Lo hacen precisamente porque ellos carecen de metas y propósitos en sus vidas.
Ten presente siempre que para llegar a la cima necesitas de un 15% de aptitud y un 85% de actitud, que suma un 100% de altitud. Es decir, eres el resultado de tus conocimientos y tu disposición para ir tras lo que deseas y sueñas.
Define claramente que te motiva, cuáles son esos motivos que te obligan a levantarte de la cama temprano y te mantienen despierto, optimista y entusiasta. Esos motivos pueden ser internos y externos. Los internos se relacionan con tus metas, tú diálogo interno, tus deseos. Los externos, con reconocimientos, elogios, estímulos de familiares e ingresos económicos.
Motivación significa mover, ir a la acción, la mejor manera de mantenerse motivado es actuando, pero ello depende de lo que te enfocas, pues puedes tener una motivación positiva o negativa. También implica la puesta en funcionamiento de tus cinco sentidos.
Para mantenerte motivado positivamente, debes tener en cuenta unas reglas de oro, que te ayudarán a conseguir eso que tú deseas.
Para comenzar, INICIA BIEN TÚ DÍA, levántate siempre dando gracias al creador por la oportunidad que te brinda de disfrutar un nuevo día. Mírate al espejo y di frases agradables sobre ti mismo. ELIGE UN BUEN ESTADO DE ÁNIMO, aprende a decir siempre, “me siento sano(a), me siento feliz, me siento maravilloso(a)”. Aprende a sonreír, al hacerlo se ponen en funcionamiento 15 músculos de la cara, hacer lo contrario, disgustarse, es llenar el cuerpo de toxinas. ESTIMULA TUS SENTIDOS, presta atención a que ves, dices, escuchas y con quienes te reúnes. Recuerda que a través del habla, los seres humanos definimos como pensamos y sentimos.
SE AGRADECIDO(A), practica la empatía, que es el arte de conquistar corazones. Di gracias a por todo favor recibido, por tu vida, tu economía y todo tu entorno. VIVE EL PRESENTE, aprende de los errores, asimila las lecciones que la vida te da, no te quedes viviendo del ayer porque frustras tu futuro. Vive el aquí y el ahora. PREMÍATE A TI MISMO(A), eres una persona muy valiosa y mereces lo mejor de la vida.
En la vida existen dos tipos de personas, aquellas que hacen parte del problema o las que hacen parte de la solución.