La mente puede ser tú mejor amiga o tú peor enemiga. Los miedos son creaciones mentales que nosotros mismos nos inventamos, son estados mentales que tú asumes como real y que te llevan hasta donde tú quieras ir.
El miedo y la Fe, son hermanos con poder creativo. El primero atrae a ti todo aquello malo y perjudicial a lo que temes y el segundo también tiene el poder de dar vida a aquello bueno que asumes como verdadero y real.
Napoleón Hill, en su libro “Piense y Hágase Rico”, habla de los seis grandes fantasmas del temor. Miedo a la pobreza, a la crítica, a la enfermedad, a la pérdida de un amor, a la vejez y a la muerte. Todos los demás temores son de menor importancia y pueden ser agrupados en estos seis.
El ser humano no puede dar vida a nada que antes no haya sido creado en su mente a través de un pensamiento. Todo pensamiento se convierte en su equivalente físico. Diariamente tenemos 60 mil pensamientos, que al día siguiente se repiten en un 99%. Tú forma de pensar determina tú destino financiero, profesional, social, familiar y de salud.
El creador dotó al ser humano con un control absoluto sobre una sola cosa en la vida: SU PENSAMIENTO. La forma de pensar sobre algo o la vida, la eliges tú y sólo tú. Quien permita a alguien cambiar su forma de pensar es porque está fallando su autoestima. Cuando sientas que otro ser humano está pensando por ti o tengas que consultar seguido a otro sin preguntarte primero a ti mismo(a), estas faltando a la persona más importante que existe: TÚ
Todo pensamiento origina un sentimiento y emoción. Hay siete grandes emociones que se usan con mayor frecuencia en el proceso de crear una vida diferente y positiva. El Deseo de cambiar y tener algo, La Fe, El Sexo, El Entusiasmo, El Romanticismo y La Esperanza. Controle estas emociones mediante su uso continuo y empezará a ver cambios en su vida de manera maravillosa.
La mente humana no puede albergar al mismo tiempo emociones positivas y negativas, pone en práctica las que mayor dominio ocupen sus pensamientos. Es nuestra responsabilidad apropiarnos de sentimientos positivos y que éstos constituyan la mayor influencia sobre nuestra mente, es necesario para ello hacer uso del hábito.
Aristóteles decía: “la excelencia es el arte que se adquiere a través del entrenamiento y el hábito”. El hábito se genera mediante la constante práctica de algo de manera repetitiva, esto crea la costumbre, que a su vez lleva al destino o estilo de vida.
Hay siete grandes emociones negativas que debemos evitar en nuestras vidas, pues ellas son la causa de muchas destrucciones y tragedias: El Temor, Los Celos, El Odio, La Venganza, La Avaricia, La Superstición y La Cólera.
Todo aquello a lo que temamos es atraído a nuestras vidas y se convierte en parte de ella. Generalmente la mayoría de nosotros vivimos culpando a los demás de nuestras desgracias, sin reflexionar que somos los creadores de ellas. En la mente inconsciente está incubado desde niños ese miedo que a lo mejor nos fue regalado por otro y que lo asumimos como cierto, sin entender que podemos cambiar la realidad tan solo cambiando la forma de pensar.
Quien teme a la pobreza, que es tal vez el temor más destructivo que existe, elimina de su vida toda posibilidad de éxito, destruye toda esperanza de cambiar su vida y arrastra consigo a los que están cerca de él o ella.
Nosotros mismos podemos ser profetas de nuestras vidas y pronosticar el futuro con exactitud. Todo lo que el ser humano pueda concebir en su mente es posible alcanzarlo, claro para ello es necesario perseverar y armarse de estrategias como la fe, el dominio de las emociones y otras energías para llegar a donde se desea. Y, lo más importante, haciendo una reingeniería en nuestro sistema de creencias.