Fracasar en la vida es algo muy sencillo, sólo requiere de tres pasos. Las estadísticas advierten que sólo el 5 por ciento de la población tiene éxito, ¿Qué pasa con el restante 95 por ciento?
Esta historia refleja, lo que el común de las personas hace a menudo. Sucedió en el lejano oeste en la región de Colorado en Estados Unidos, hacía finales del siglo XXIX. Un hombre contagiado por la “fiebre del oro”, de apellido Darby, se dirigió hacia esa zona en busca de su fortuna. Compró una parcela, la registró a su nombre y comenzó a cavar a pico y pala.
Tras semanas de duro trabajo, fue recompensado con el descubrimiento del dorado mineral. Sin embargo, necesitaba maquinaria para cavar técnicamente y extraer de la tierra el oro. Se dirigió hacía su ciudad de origen en Williamsburg y con la evidencia en sus manos comento a sus familiares el hallazgo. Entre todos reunieron el dinero necesario para comprar maquinaria sofisticada para cavar la mina.
Darby regresó a la mina con un tío. La adquisición de maquinaria dio resultado, pues lograron extraer una vagoneta de mineral, que enviaron al fundidor, con esto quedó demostrado que poseían una de las minas más ricas de Colorado.
Sin embargo, las esperanzas comenzaron a desvanecerse tras varias semanas, meses de no hallar la verdadera veta, que había desaparecido ante sus ojos. Continuaron trabajando desesperadamente, pero era evidente, “la veta ya no estaba”.
Finalmente, decidieron abandonar la labor. Vendieron la maquinaria a un chatarrero y tomaron el tren de regreso a casa.
El hombre que había comprado la mina y la maquinaria, llamó a un ingeniero de minas para analizar la tierra y verificar que allí no había oro. Tras varias semanas de investigación, descubrieron el error. Los Darby, abandonaron su misión a un metro de distancia de donde dejaron de cavar.
La oportunidad de ser millonarios, fue abandonada a un metro de distancia. Este error hizo que Darby, se convirtiera en uno de los más exitosos vendedores de seguros de Estados Unidos.
Amigo(a) lector(a), el fracaso contiene tres pasos, que espero usted elimine de su vida si quiere tener éxito. Estos son: No Intentarlo, Paralizarse y Abandonar. Este último fue el que siguió Darby, eliminado de su vida toda posibilidad de éxito.
Las puertas siempre se abrirán para aquellos que deciden seguir, para quienes no existe la palabra derrota. La vida está llena de historias de hombres y mujeres que no se han rendido ante las adversidades.
Además tenga en cuenta algo, cada vez que decide ir tras una meta, se presentarán dificultades. Pero, entienda algo, este es el lenguaje de la naturaleza para probar su capacidad de resistencia y sus habilidades para aprender y sortear esas adversidades con éxito.
Cuando usted comprenda el lenguaje de la vida, aprenderá que no existen problemas, sólo enseñanzas o lecciones de vida. Pareciera ser que la naturaleza o Dios mismo, están en contra de la mediocridad. Dios quiere que todos los seres humanos tengan éxito, pero siempre exige algo a cambio.
Como diría alguien “todo sacrificio trae su recompensa, igual o superior”. Todo en la vida tiene un precio, dispóngase a pagarlo y cuando haya vencido las adversidades, sin importar el tiempo que ello le tome, encontrará eso que busca.
Napoleón Hill, dice “se ha extraído más oro de los pensamientos de los hombres que de la tierra”.
Y, tiene razón, la clave para el éxito en la vida está en su interior, es allí donde debe cavar con insistencia, hasta encontrar la veta que le conducirá al brillante dorado que tanto busca.
Si usted, ante cualquier problema o reto de la vida, decide no intentarlo, pues nunca sabrá si lo logrará. Pero, si, además, no hace nada, se paraliza, pues nada va a pasar. Y, si finalmente, decide renunciar porque se siente cansado, sin duda alguna será un fracasado.
Así que desde hoy propóngase ser persistente, nunca rendirse, y si encuentra dificultades que le impiden alcanzar ese sueño que ha perseguido, elija otro camino, pero nunca abandone la posibilidad de lograrlo.
Los sueños son como un bebé que juega a las escondidas, se esconde tan bien que se nos dificultad hallarlo, solo cuando él decide salir de su escondite, es cuando lo descubrimos. Así es el éxito, solo se le revela a aquellos que lo buscan insistentemente.