Un maestro de lógica matemática muere y su alma llega al cielo donde le recibe un ángel, que le advierte que tiene dos opciones para elegir, ¡cielo o infierno!…El profesor, le expresa que si le permite observar para tomar la decisión del lugar en el que va a habitar… El ángel, lo lleva primero al infierno. Allí encuentra una mesa, sobre la cual hay comidas de diferentes sabores, pero a su alrededor personas famélicas, débiles y delgadas. Se acerca para ver mejor y descubre que sobre la mesa hay tenedores y cuchillos de un metro de largo. ¡Dios es injusto!, dice el maestro, ¿quién va a comer con esos cubiertos tan grandes?
El ángel lo saca de allí y lo lleva hasta el cielo. Allí, encuentra una mesa igual con similares comidas, pero con la diferencia que quienes estaban en el lugar, lucían felices, gorditos y satisfechos. Al acercarse para percibir mejor, descubre los mismos cubiertos de un metro de largo. Se acerca más y advierte que éstos eran utilizados para cortar la porción de alimento y el tenedor para darle de comer a quien se encontraba al frente.
Si lo que realmente desea es ganar amigos e influir en las demás personas, debemos aprender a aplicar la estrategia de “Ganar – Ganar”.
Cuando hable con alguien, empiece por arrancarle un “sí” a la otra persona, evite que de entrada se diga la palabra “no”. Sea hábil en la conversación. Haga referencia a las cosas en las que está de acuerdo con su interlocutor, destaque lo más importante, haga que la otra persona se sienta bien al hablar con usted. Evite desde el comienzo las divergencias, aprenda a elogiar, a destacar valores, virtudes y talentos en los demás. Si así empieza, le aseguro que todos querrán estar con usted, pues posee una herramienta que le hará quedar bien en todas partes, “hablar bien de los demás”.
Cuando usted dirige a su interlocutor a decir “si”, pone a su favor patrones psicológicos de quien le escucha. Seguidamente la conversación será agradable.
Tenga en cuenta que el cerebro humano se divide en tres partes. La primera es el neocórtex, donde se producen los pensamientos. La segunda parte, es el sistema límbico, en el cual se producen las emociones y la tercera parte, es el cerebro reptiliano, el cual prepara al organismo para las funciones de huir o pelear.
En el momento que una persona dice “no” desde el comienzo de una conversación, todo su interior se prepara para responder negativamente a cualquier estímulo enviado por usted. El sistema límbico lo prepara para enviar emociones negativas y de rechazo. Sus glándulas, músculos y sistema nervioso, se unen para responder también con rechazo. En su cerebro reptiliano las neuronas envían la orden de huir y en consecuencia, o termina retirándose o generando una discusión fuerte con usted.
Por el contrario, cuando usted logra arrancarle varios “si” a su interlocutor, su cerebro envía señales agradables que reconfortan a la persona y le hacen sentirse cómoda durante la conversación. La persona se pone en actitud positiva y abierta, que hacen que su escucha sea activa hacia usted. De esta manera, cualquier mensaje que envíe será recibido con agrado, y así usted podrá influir fácilmente sobre sus decisiones.
Además, aprenda a estar de acuerdo con la naturaleza humana. Lo que más le agrada a las personas es que se hable de ellas mismas, y a usted le encanta que hablen de sí mismo. Por eso durante una conversación, evite hablar en primera persona, esto hace que la conversación se torne desagradable y molesta a los demás. Elimine definitivamente de su vocabulario la palabra “yo”. Reemplácela por “usted”.
Para saber qué temas le interesan a la otra persona, haga preguntas, de esta manera obtendrá información valiosa que podrá usar a su favor durante la conversación.